En muchos proyectos de vivienda y casas en condominio los residentes encuentran una variedad importante de tipos de pisos. Lo que sucede es que cada tipo de piso tiene particularidades en su instalación, pero también en su mantenimiento.
Primero, repasemos los tipos de piso que encontramos más comúnmente: Pueden ser cerámica o porcelanato, también se pueden usar pisos de madera o laminados; e incluso pisos lujados o de bambú.
El primer consejo general para el dueño de la vivienda es evitar golpes muy fuertes sobre la superficie, igual que evitar el desplazamiento de objetos de forma constante pues dependiendo del material estos se pueden quebrar, reventar o presentar fisuras.
Cuando se trata de pisos de porcelanato procure limpiar y secar inmediatamente luego de que haya un derrame de líquido. Este material tiende a mancharse de forma muy sencilla, especialmente si se trata de líquidos como café, vino o bebidas gaseosas.
Uno de los mayores cuidados se debe tener con el piso laminado. Este material puede tener daños serios en su superficie si tienen una exposición prolongada a líquidos. En caso de un derrame lo que hay que hacer es secar de forma inmediata y si es posible utilizar un deshumedecedor eléctrico.
Si un piso laminado se mancha, lo más recomendable es limpiar con un paño casi seco y evitar abombamientos, al limpiar se debe hacer en dirección del a veta del piso. El agua de remojo del paño debe cambiarse cuantas veces sea necesario para impedir que la suciedad quede depositada en la superficie.
¿Cuándo limpiar los pisos? Si se trata de un piso de bambú, laminado o de madera debe hacerse una limpieza normal una vez a la semana, mientras que deben recibir una limpieza profunda dos veces al año. Además, ponga atención a las recomendaciones del fabricante.
En el caso de la cerámica o el porcelanato, la limpieza normal debe ser una vez a la semana y una limpieza más profunda según se observe en su acabado.
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